martes, 29 de julio de 2008

LAS ÚLTIMAS INSTRUCCIONES DE ALEJANDRO


Su muerte a temprana edad puso punto y final a una imparable cadena de conquistas que desde su Macedonia natal le llevó a Egipto, pasando por el Imperio Persa, y hacia el Este hasta la India. Cuando sus exaustas tropas dijeron "hasta aquí hemos llegado", Alejandro decidió dar media vuelta y regresar hacia Occidente. La muerte le llegó en Babilonia a los 33 años, y dejó sus planes militares a medias.
Alejandro no contaba con "prejubilarse" cómodamente a esta edad y retirarse a gozar de sus riquezas en la soleada Alejandría o en la hogareña Pella... más bien al contrario, parece ser que su voluntad era regresar y retomar la campaña de conquista, pero esta vez hacia un nuevo confín del mundo antiguo: Las Columnas de Hércules. Esto es lo que nos transmite Diodoro Sículo, el historiador del S. I aC.
En el libro XVIII de su Bibliotheca Historica, Diodoro nos detalla los principales elementos del testamento de Alejandro Magno, que como no podía ser de otra forma, fueron convenientemente ignorados por sus sucesores.

Los capítulos principales y más considerables de los propósitos del rey contenidos en sus libros de memoria eran estos:
1. que mil navíos, más grandes que las trirremes, fueran construidos en Fenicia, Siria, Cilicia y Chipre, para dirigir una invasión contra los Cartagineses, y otros pueblos que habitan en las costas de África y España, junto con todas las islas adyacentes hasta Sicilia.
2. que una vía llana y fácil fuera trazada a lo largo de las costas de África hasta las columnas de Hércules.
3. que seis magníficos templos fueran edificados, y que ciento cincuenta talentos fueran gastados en cada uno de ellos.
4. que arsenales y puertos fueran construidos en lugares convenientes y aptos para la acogida de tan gran flota.
5. que las nuevas ciudades fueran fundadas con colonos, y que unos grupos de gentes fueran trasladados de Asia a Europa, y otros de Europa a Asia, con este ánimo, que mediante matrimonios y mutuos parentescos, pudiera establecer la paz y la concordia entre los dos principales continentes del mundo.
Texto completo del libro XVIII de la Historia de Diodoro.

via HistoriaClasica.com (esa gran página de historia)

2 comentarios:

Ramiro dijo...

Hola,

soy Ramiro, de Historia Clásica. Como este post me costó un buen ratillo escribirlo, y aún más prepararlo, te agradecería destacaras más la fuente... es que lo del vía no se ve!!

Por cierto, buen blog!

Juan Andrés Caballero de las Heras dijo...

Tienes razón. Al César lo que es del César. Ya te lo destaco un poco más para que se vea. Por cierto, buen trabajo.
Juan Andrés Caballero