sábado, 28 de agosto de 2010

DESCUBREN EL PALACIO DE ULISES EN ÍTACA


La túnica de Neso 23/08/2010

Arqueólogos de la Universidad de Ioannina afirman haber descubierto el palacio de Ulises en Ítaca. De confirmarse, sería el hallazgo arqueológico más importante de los últimos años.

Los arqueólogos de la Universidad de Ioannina, que han participado durante casi 16 años en las excavaciones llevadas a cabo en la zona de Exogi al norte de la isla de Ítaca, han anunciado disponer de suficientes indicios para identificar el enclave excavado como un palacio micénico. En declaraciones a la cadena de televisión ΣΚΑΪ, el profesor de Arqueología de la Universidad de Ioannina Thanasis Papadopoulos ha declarado que los trabajos de excavación han revelado la estructura de un edificio con tres partes diferenciadas, un megaron con dimensiones similares a los descubiertos en Micenas, Pilos y Tirinto .

Por supuesto, el hallazgo de un palacio micénico en Ítaca no garantiza la existencia de Ulises y de sus aventuras inmortalizadas por Homero. Por otra parte, los acontecimientos narrados en la Odisea se sitúan aproximadamente en siglo XIII a.C. y establecen una fuerte presencia micénica en el mar Jónico. No es de extrañar por tanto que la búsqueda del palacio de Ulises en Ítaca, por analogía con el de Agamenón en Micenas y el de Néstor en Pilos haya despertado durante mucho tiempo el interés y la ilusión de los arqueólogos. Pero, ¿qué hay de nuevo en Exogi que lleve a pensar que nos encontramos ante el palacio de Ulises? Según Thanasis Papadopoulos, la estructura encontrada es consistente con la descripción del palacio de Ítaca que se hace en la Odisea. Es también significativo la ubicación del edificio frente a ”tres mares”, en consonancia con la descripción de Homero. Asimismo se ha encontrado aquí una fuente que dataría del siglo XIII a.C., el periodo en el que vivió Ulises. Por último, se hace referencia al hallazgo de una inscripción en escritura Lineal – posiblemente Lineal B -, del tipo de las encontradas en los palacios micénicos.

Todos estos indicios son los que llevan a los arqueólogos a pensar que bien podría ser este el palacio que sirvió a Homero de inspiración para la Odisea, la “madre de todas las aventuras”.

martes, 24 de agosto de 2010

EL PLACER DE APRENDER ( por Rosa Montero)


ROSA MONTERO 31/07/2010 ELPAÍS.com

Aquiles y Príamo, Ulises y Eumeo, Alejandro el Magno y los árboles proféticos ... Encuentros heroicos, libro de Carlos García Gual sobre seis escenas de la literatura clásica griega, es un ejemplo de sabiduría viva, profunda y sencilla.

Siempre he pensado que Carlos García Gual es un sabio, uno de los pocos sabios que he conocido personalmente en mi vida. Este catedrático de Filología Griega, medievalista apasionado y escritor de ensayos memorables, encarna a la perfección al hombre entregado a la búsqueda y el ejercicio de la sabiduría, que por cierto es una actividad fascinante y nada aburrida. Hace cosa de un año Gual publicó un pequeño volumen, Encuentros heroicos, seis escenas griegas, que es un perfecto ejemplo de esa sabiduría viva, profunda y sencilla. Porque la sencillez es un logro intelectual dificilísimo; como decía Steinbeck, lo mejor es siempre lo más simple, pero para ser simple hace falta pensar mucho.

Encuentros heroicos recoge los comentarios de García Gual sobre seis escenas de la literatura clásica griega, seis momentos que le emocionaron o interesaron especialmente por alguna razón. Alguno de estos fragmentos es conocidísimo, como el final de la Ilíada, cuando el viejo rey troyano Príamo va a pedir, a suplicar al feroz Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo, y otros son rarísimos, al menos para mí, como un episodio fabuloso y delirante de Alejandro el Magno consultando a los árboles proféticos (tal y como suena: dos árboles enormes, uno llamado del Sol y otro de la Luna, que se ponen a parlotear y vaticinar el futuro), obra de un autor desconocido en el siglo III después de Cristo. "Somos lectores, en general, triviales y apresurados", dice Gual en su breve y precioso prólogo. Y pasa a reivindicar, al menos de cuando en cuando, la lectura "más densa, más inactual, más intempestiva". La lectura de los clásicos, que es esa "literatura permanente" que sigue siendo capaz de rozarnos el corazón dos milenios después de haber sido escrita.

Pero si encima esa literatura está interpretada por Gual, entonces ya no es que nos roce el corazón, sino que nos lo masajea vigorosamente. Primero, porque es un hombre que ama las escenas que ha escogido y que es capaz de transmitirnos el enorme placer que a él le provocan; pero además porque nos explica por qué son tan hermosas. Porque nos enseña a ver y a entender. Qué lujo poder leer a los clásicos con un lector así susurrando en tu oreja. Erudito y modesto (rara combinación), Gual salpica el texto de formidables datos, de reflexiones luminosas que te hacen disfrutar del gusto de aprender. Por ejemplo: explica que, en los mitos de los héroes prototípicos, el héroe suele tener un padre oscuro o carecer de padre, porque el héroe "es hijo de sus hazañas". Lo cual me parece una observación bastante sustanciosa para ocupar tan sólo un par de líneas. Y el libro está lleno de detalles así.

Brilla la fuerza de los clásicos en estas glosas, se percibe su oscuro poderío. Es bellísimo, desde luego, el encuentro de Príamo y Aquiles. Llega el viejo rey furtivamente al campamento enemigo, destrozado de dolor, tras diez días de ayuno y once noches de insomnio, y se presenta súbitamente ante el cruel Aquiles, que lleva todo ese tiempo arrastrando y maltratando el cadáver de Héctor. Y Príamo se arroja al suelo, abraza las rodillas del héroe y besa sus manos: "Me he atrevido a hacer lo que ningún humano hizo hasta ahora: llevar a mi boca la mano del matador de mi hijo". Llora Aquiles, conmovido de la grandeza del viejo al humillarse y recordando a su padre; llora Príamo, viendo a su hijo en la joven figura del guerrero que lo mató. "Y luego comparten la comida, en silencio, mientras cae la noche, y el cuerpo de Héctor (que ha sido lavado y arreglado por orden de Aquiles) está tendido entre los ropajes del féretro, como si por encima de la guerra y la sangre persistiera un cierto sentido humano", dice Gual. Es una muestra de la victoria, "acaso momentánea y efímera, del humanismo sobre la crueldad y la destrucción".

Si la primera escena posee una grandeza heroica, con un tumulto de batallas como sonido de fondo, el segundo fragmento nos remite a la nobleza de las pequeñas vidas. Es un momento de la Odisea. Ulises vuelve a Ítaca disfrazado de viejo mendigo, y uno de sus esclavos, Eumeo, que es porquerizo, lo acoge, le da de comer y le ofrece un lecho sin reconocer a su amo, por pura dulzura y generosidad: incluso le da al mendigo su propio manto. Es un personaje lleno de una rara, moderna dignidad: "Ningún otro esclavo tiene en toda la literatura griega un papel tan destacado".

Y aún queda mucho más en este libro. Queda Ájax, recreado por Sófocles, un héroe primitivo en cuyo corazón no cabe la ternura, "el mejor ejemplo de esa arcaica cultura de la vergüenza (...) donde el temor a la opinión de los demás constituye el criterio fundamental de la conducta heroica". Duro como el pedernal y sin más espacio en su pensamiento que el que dedica a su honra, abandona a su suerte a su desgraciada amante, Tecmesa. Y queda Jasón, que enamora a Medea y le promete lindezas con tal de conseguir que la muchacha traicione a su familia y le ayude a llevarse el Vellocino de Oro. O queda la historia ya mencionada de los árboles adivinos, unos seres fantásticos que Alejandro encuentra al final de un largo viaje repleto de encuentros con estrafalarios humanoides: los Ictiófagos, recubiertos totalmente de pelo; los Oclitas, que, por el contrario, no tienen ni un vello en el cuerpo y son altísimos y delgadísimos como espárragos; los Esciápodos, que utilizan de sombrilla su enorme y único pie; los Arimaspos, que carecen de cabeza y llevan la cara en el pecho... Es tan seductor Gual en la presentación de estos fragmentos que te abre el apetito de leer más. Y sobre todo te hace consciente de las muchas cosas que ignoras y del placer que te proporciona que te las enseñen. Este libro es una lección, y es estupenda.


Fondo de Cultura Económica. México, 2009
160 páginas. 12 euros
ISBN: 9788437506296

sábado, 14 de agosto de 2010

LA SEMANA DE LAS PERSEIDAS O LAS LÁGRIMAS DE SAN LORENZO


Las Perseidas, popularmente conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, precisamente porque este santo fue martirizado (según la leyenda cristiana, quemado vivo en una parrilla en el Campo de Marte en Roma) un 10 de agosto, son una lluvia de meteoros que se produce cuando la Tierra está atravesando los restos que deja en el espacio la cola del cometa 109P/Swift-Tuttle. El pico de actividad de este año se produjo en la noche del día 12 al 13, con una tasa horaria cenital, es decir, número de meteoros por hora que se pudo observar, de 100, aunque ya hace un par de semanas que estos meteoros han hecho acto de presencia por las noches y seguirán activas hasta el 24 de este mes. Son meteoros de velocidad alta (59 km/s) que radian de la constelación de Perseo. Por tanto su alta declinación (+58º) no permite su observación en regiones australes.


Perseo, como se sabe, era un héroe mitológico, hijo de Zeus y la mortal Dánae. Una de sus más conocidas hazañas fue dar muerte a la gorgona Medusa, que tenía el poder de convertir en piedra a cualquiera sólo con su mirada. Utilizando el escudo de bronce de Atenea como espejo, cortó la cabeza de Medusa e hizo brotar su sangre de la que nació el caballo alado Pegaso. De vuelta a su hogar, Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, lugar donde había sido dejada por sus padres Cefeo y Casiopea para ser devorada por el monstruo marino Ceto por orden de un oráculo. Perseo se enamoró de ella y decidió liberarla, por lo que, tras pedir su mano a sus padres, mató al monstruo, petrificándolo al mostrarle la cabeza de Medusa.

En el esquema celeste, pues, Perseo se incluye en el conjunto que engloba las constelaciones de Cefeo, Casiopea, Andrómeda, Pegaso y Cetus.

Joshua Tree Under the Milky Way from Henry Jun Wah Lee on Vimeo.

Vide: microsiervos

viernes, 6 de agosto de 2010

HELENA PAPARIZOU: Όνειρο



ΟΝΕΙΡΟ

Η σκιά μου κι εγώ κι ένα τραίνο η ζωή
να μη πιάνει σταθμό, χωρίς σκοπό μακρύ ταξίδι
πικρή μοναξιά, μέχρι που 'ρθες εσύ
σαν μια λάμψη αστραπής στη νύχτα κι έγινες ζωή μου

Ήσουν αναμνήσεις απ'το μέλλον προτού μια μέρα σε γνωρίσω

Πέρασα δρόμους μες στη φωτιά για τ'όνειρο, όνειρο
πόδια γυμνά στα αγκάθια με πήγαν στ'όνειρο, όνειρο
μάτωσα η ελπίδα μη χαθεί, χαθεί
δίψα κι εσύ στα χείλια δροσιά σαν όνειρο

Αναμένο κερί, κι ας φυσούσε βοριάς
σα λουλούδι εγώ, μες στο χιόνι να παγώνει
γιατί μη ρωτάς έτσι είναι η ζωή
ποιός σε ποιον χρωστάει, της μοίρας είναι αυτά γραμμένα

Ήσουν αναμνήσεις απ'το μέλλον προτού μια μέρα σε γνωρίσω

Πέρασα δρόμους μες στη φωτιά για τ'όνειρο, όνειρο
πόδια γυμνά στα αγκάθια με πήγαν στ'όνειρο, όνειρο
μάτωσα η ελπίδα μη χαθεί, χαθεί
δίψα κι εσύ στα χείλια δροσιά σαν όνειρο

Όλα τα θυμάμαι πριν το πρώτο μας φιλί
δύναμη η πίστη της ψυχής η προσευχή

Η σκιά μου κι εγώ κι ένα τραίνο η ζωή
να μη πιάνει σταθμό, χωρίς σκοπό μακρύ ταξίδι

Πέρασα δρόμους μες στη φωτιά για τ'όνειρο, όνειρο
πόδια γυμνά στα αγκάθια με πήγαν στ'όνειρο, όνειρο
μάτωσα η ελπίδα μη χαθεί, χαθεί
δίψα κι εσύ στα χείλια δροσιά σαν όνειρο

Όνειρο (Chemical)
Γύρω από τ'όνειρο (2010)
Μουσική: Hawksley Workman / Per Eklund / Stefan Ekstedt / Magnus Sjolander
Στίχοι: Γιάννης Δόξας

EL MUPAM ACOGE LA EXPOSICIÓN: "EN EL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES"



El Museo del Patrimonio Municipal de Málaga (MUPAM) acoge la exposición 'En el Jardín de las Hespérides. Vasos griegos del Museo Arqueológico Nacional', una muestra formada por más de 50 cerámicas, algunas de las cuales datan del siglo XII antes de Cristo, que podrá visitarse desde hoy y hasta el 24 de octubre.

Según explicó Paloma Cabrera, una de las comisarias de la muestra, durante la inauguración de la exposición, se trata de elementos cuya decoración supone "un testimonio único" ya que, a través de ella, se puede extraer información a cerca de la evolución histórica, política e ideológica de Grecia, así como sus mitos, ritos, arte, costumbres o forma de vida.

La exposición está estructurada en dos áreas temáticas: 'Tiempo y espacio' y 'Un mundo de imágenes'. La primera de ellas muestra, a través de las escenas dibujadas en los vasos, entre otros aspectos griegos, la formación de polis, la expansión colonial y comercial, el triunfo de la democracia en Atenas o el surgimiento de un mundo más cosmopolita en el siglo III a C.

Mientras, la segunda área permite ver mediante estas piezas, esenciales en el desarrollo diario de esta civilización, el concepto que los griegos tenían del mundo que les rodeaba, de sí mismos y de los otros, así como de sus acciones o sus sentimientos.

La muestra, que ha sido producida con los fondos de la Colección del Museo Arqueológico Nacional y ha contado con la colaboración de la Fundación Unicaja y el apoyo del Departamento de Literatura Griega de la Universidad de Málaga (UMA), recorrerá otras ciudades andaluzas como Cádiz y Almería.

Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco De la Torre, destacó la ventaja de la cerámica frente a otros legados de la cultura, ya que, su material permite que estas piezas se conserven en mejores condiciones y durante más tiempo. Así, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, coincidiendo con el regidor malagueño, aseguró que esta exposición "permite que nos zambullamos en algo que es parte de nuestra cultura".



Vide: La misma noticia en Elmundo.es

domingo, 1 de agosto de 2010

EL LABERINTO, DIBUJO DEL MUNDO


J. M. Martí Font | Barcelona www.elpais.com 28/07/2010

El CCCB abre una fascinante exposición en la estela del mito del Minotauro.

"Un laberinto es un lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida", dice la Real Academia. El modelo original comporta un arquitecto para construirlo (Dédalo), un monstruo al que encerrar (el Minotauro), un héroe para penetrar en él (Teseo) y una ayudante que lo descifre (Ariadna y su hilo de oro).

Pero un laberinto es también un paradigma, una manera de percibir la realidad, de entender el mundo. Jorge Luis Borges, por ejemplo, consideraba que el mundo tenía que ser un laberinto, porque en caso contrario no existiría más que el caos. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y Bancaja han cooproducido la exposición Por Laberintos, que abre hoy en la capital catalana y que viajará a Valencia el año que viene, y en la que, por supuesto, rinden homenaje a Borges.

Comisariada por Ramón Espelt y el arquitecto Oscar Tusquets, con la colaboración del científico Jorge Wagensberg, la exposición recorre, por un lado la historia de los laberintos que ha habido. Desde petroglifos que se pierden en el origen de los tiempos hasta las impactantes construcciones contemporáneas, separando sus dos grandes variantes: los unicursales, aquellos que tienen un único camino de entrada y salida, y los multicursales —inventados por Giovanni Fontana en 1420—, en los que hay recorridos alternativos, callejones sin salida y posibilidad de elección.

Paralelamente, la muestra explora el mundo como laberinto. Los mitos, las culturas, las artes, la literatura, el cine o la contemplación de las circunvoluciones cerebrales como nuestro laberinto interior. Integra también la visión de artistas contemporáneos y recoge obras tan sorprendentes como la serie de dibujos realizados por el dramaturgo Friedrich Dürrenmatt sobre el mito del Minotauro.


La muestra es, en sí misma, varios laberintos. En lo alto del edificio, sobre el gran patio del CCCB se ha instalado un tinglado que dibuja sobre el suelo el primer entramado, un laberinto móvil que varía según las horas del día y la inclinación del sol. El visitante está sobre aviso: ¿quiere entrar? "Un laberinto implica una decisión", explica Espelt, "se entra o no se entra; se juega o no se juega. El contexto y la simbología hay que llevarlos dentro. Cada laberinto tiene un ritmo y es como una danza".

Dentro le esperan mosaicos romanos, laberintos de catedrales góticas, laberintos como memoriales, facsímiles de manuscritos medievales, todo tipo de libros del XVI al XIX, videos, esculturas y cantidad de material contemporáneo, como la colección de la revista Caerdroia dedicada exclusivamente a los laberintos, que muestra como este mito sigue vivo en la psique colectiva.

Entre todo este material hay piezas especiales. Difíciles de conseguir han sido las dos monedas griegas del siglo II antes de Cristo con Apolo y Minos o Zeus en el verso y sendos laberintos, el primero circular y segundo rectangular al dorso. Magnífico, también, el bajorrelieve del siglo XVII de Compiègne, que representa la caída de Ícaro con el fondo del laberinto de Knosos, y sorprendente el fragmento de una policromía de la iglesia románica de Santa María de Tahüll en el que se descubre otro laberinto.

La exposición diseñada por Espelt y Tusquets no solo es de las que produce intenso cosquilleo neuronal al visitante, invitándole, casi forzándole, a establecer conexiones transversales, sino que también busca su implicación. Cuando la muestra entra en los laberintos multicursales, las paredes se transforman en setos vegetales y el recorrido, consecuentemente, se bifurca ofreciendo varias opciones. Y al igual de lo que sucede cuando uno entra en un laberinto, que tras recorrerlo busca con ansia la luz de la salida, la muestra reserva para el final su aspecto más luminoso y divertido.

Una sala ofrece la posibilidad de seleccionar cualquiera de los más conocidos laberintos en la pantalla de un ordenador y recorrerlos con el dedo; una operación que se reproduce en una gran pantalla a la vista de todos. Como broche final, sobre una gran pantalla tres proyectores reproducen en paralelo las innumerables escenas que el cine ha filmado en un laberinto.


Un viaje a través del tiempo

- Artistas contemporáneos como Robert Morris y Richard Long se inspiran en laberintos históricos para sus trabajos.
- Un vaso etrusco muestra las danzas rituales para celebrar la victoria de Teseo sobre el Minotauro.
- "El laberinto es del orden de la danza y la música, antes que de la arquitectura", asegura Ramon Espelt.
- En los jardines de Versalles había un laberinto concebido, no para encontrar la salida sino para la educación del príncipe, que debía recorrerlo y aprender.

Via: CulturaClásica.com
Vide: CCCB_ Exposición "Por laberintos"