@Redacción - 28/01/2009
El Discóbolo, la obra maestra de Mirón que pasa por ser una de las más famosas del arte universal, llega por primera vez a España. Desde las salas del British Museum la estatua viajará camino de Alicante. Allí, en el Museo Arqueológico de la ciudad, se convertirá en la estrella de una exposición “nunca antes mostrada en el mundo”, según sus organizadores, con otras 125 obras de arte griego.
Extraídas exclusivamente de las ricas colecciones del British Museum, la exposición ofrecerá entre abril y octubre una exploración visualmente atractiva e intelectualmente estimulante de la condición humana vista a través de los ojos del antiguo griego. El desplazamiento de esta colección de la Grecia Clásica hacia España se iniciará el próximo mes de marzo, y será comisariada por Manuel Olcina, director técnico del MARQ, Ian Jenkins, responsable de colecciones de la Grecia Clásica del British Museum, y la conservadora del museo británico, Victoria Turner.
Pero si algo atraerá a los visitantes hasta el museo, aparte del conocimiento del día a día en la antigua Hélade, será el Discóbolo. Calificada como la escultura que mejor refleja el movimiento del cuerpo humano en tensión, se ha convertido en una de las grandes obras de arte de la historia. Obra del artista griego Mirón (490-430 a.C.) está fechada en torno al año 455 antes de nuestra era. El Discóbolo fue concebido inicialmente por su autor en bronce y la que conserva el British Museum es una copia realizada en la época romana clásica en mármol. La pieza refleja una representación ideal de un atleta.
Ideal de belleza
Capta la naturaleza del movimiento como si se tratara de una instantánea fotográfica. La perfecta descripción de la musculatura revela un conocimiento exhaustivo de la anatomía masculina, mientras el rostro es inexpresivo y relajado, y no revela el esfuerzo del lanzamiento. En esta obra, Mirón muestra al atleta en movimiento, representado en el instante en que va a soltar el disco, por lo que quiso reflejar el momento considerado más noble de competición atlética. Lo magnífico es que consiguió esta gran obra de arte sin fijarse en ningún modelo, basándose en un canon, en un concepto, en un ideal de belleza.
La belleza del Cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia antigua presentará desde abril y hasta octubre el ideal de belleza de los helenos, el carácter y el realismo (con escenas de nacimiento, matrimonio, muerte, sexo y deseo) y el camino hacia el olimpo, con atletas, diosas y dioses. El Museo Arqueológico de Alicante participará.
Durante seis meses, los visitantes podrán apreciar la forma en que los griegos antiguos inventaron el cuerpo humano en el sentido de la idea moderna de su representación en arte como objeto de placer sensorial y como expresión del pensamiento inteligente. Pero no sólo representaban el cuerpo humano, sino también a los dioses y otros seres de la mitología y del mundo sobrenatural, como forma de rendirles culto.
El Discóbolo, la obra maestra de Mirón que pasa por ser una de las más famosas del arte universal, llega por primera vez a España. Desde las salas del British Museum la estatua viajará camino de Alicante. Allí, en el Museo Arqueológico de la ciudad, se convertirá en la estrella de una exposición “nunca antes mostrada en el mundo”, según sus organizadores, con otras 125 obras de arte griego.
Extraídas exclusivamente de las ricas colecciones del British Museum, la exposición ofrecerá entre abril y octubre una exploración visualmente atractiva e intelectualmente estimulante de la condición humana vista a través de los ojos del antiguo griego. El desplazamiento de esta colección de la Grecia Clásica hacia España se iniciará el próximo mes de marzo, y será comisariada por Manuel Olcina, director técnico del MARQ, Ian Jenkins, responsable de colecciones de la Grecia Clásica del British Museum, y la conservadora del museo británico, Victoria Turner.
Pero si algo atraerá a los visitantes hasta el museo, aparte del conocimiento del día a día en la antigua Hélade, será el Discóbolo. Calificada como la escultura que mejor refleja el movimiento del cuerpo humano en tensión, se ha convertido en una de las grandes obras de arte de la historia. Obra del artista griego Mirón (490-430 a.C.) está fechada en torno al año 455 antes de nuestra era. El Discóbolo fue concebido inicialmente por su autor en bronce y la que conserva el British Museum es una copia realizada en la época romana clásica en mármol. La pieza refleja una representación ideal de un atleta.
Ideal de belleza
Capta la naturaleza del movimiento como si se tratara de una instantánea fotográfica. La perfecta descripción de la musculatura revela un conocimiento exhaustivo de la anatomía masculina, mientras el rostro es inexpresivo y relajado, y no revela el esfuerzo del lanzamiento. En esta obra, Mirón muestra al atleta en movimiento, representado en el instante en que va a soltar el disco, por lo que quiso reflejar el momento considerado más noble de competición atlética. Lo magnífico es que consiguió esta gran obra de arte sin fijarse en ningún modelo, basándose en un canon, en un concepto, en un ideal de belleza.
La belleza del Cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia antigua presentará desde abril y hasta octubre el ideal de belleza de los helenos, el carácter y el realismo (con escenas de nacimiento, matrimonio, muerte, sexo y deseo) y el camino hacia el olimpo, con atletas, diosas y dioses. El Museo Arqueológico de Alicante participará.
Durante seis meses, los visitantes podrán apreciar la forma en que los griegos antiguos inventaron el cuerpo humano en el sentido de la idea moderna de su representación en arte como objeto de placer sensorial y como expresión del pensamiento inteligente. Pero no sólo representaban el cuerpo humano, sino también a los dioses y otros seres de la mitología y del mundo sobrenatural, como forma de rendirles culto.
2 comentarios:
Sin lugar a dudas unas excelente noticia. Habrá que guardar un fin de semana para ir a Alicante.
Un saludo.
La composición, está construida sobre el equilibrio inestable de dos arcos que se cortan, el primer arco está formado por los brazos y hombros, hasta el pie levantado. El segundo arco lo forman la cabeza, la espalda y una continuación hacia el pie que sostiene la mayor parte del cuerpo.
A partir de estos dos arcos la figura se desarrolla siguiendo una línea quebrada desde el disco hasta el pie levantado. El Discóbolo no representa el momento en el que la acción está terminada, sino un instante fugaz de la misma. Su belleza deriva de la magnifica composición geométrica.
Me encanta el arte griego, que pena que me pille tan lejos.
Un bico
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