lunes, 25 de abril de 2011

"DE HERACLES A ALEJANDRO MAGNO" EXPOSICIÓN EN EL ASHMOLEAN MUSEUM DE OXFORD

Foto facilitada por el Ashmolean Museum de Oxford de un busto de mármol de un joven
hallado en el ágora de Aegae, la capital del antiguo reino macedonio (340-330 a.C.) EFE.

Guillermo Ximenis, Londres, EFE | Heraldo de Soria.es, 7 de abril de 2011

Muchos de los tesoros de la dinastía de reyes macedonios a la que perteneció Alejandro Magno, el monarca que en el siglo IV a.C. conquistó la mayor parte del mundo conocido, y que hasta ahora no habían salido de Grecia, se muestran en primicia mundial en El Ashmolean Museum de Oxford (Reino Unido).

La exposición, abierta hasta el 29 de agosto, reúne más de quinientos objetos de oro, plata y bronce encontrados recientemente en las excavaciones de la necrópolis y el palacio de Aegae, actual Vergina (Grecia) y capital del antiguo reino de Macedonia, la principal potencia griega en los inicios el periodo helenístico.

Los últimos hallazgos arqueológicos obligan a «reescribir la historia de la antigua Grecia», proclaman los responsables de la muestra, y permiten conocer de primera mano el relato de una dinastía que se proclamó descendiente del mítico Heracles y dio dos grandes héroes del periodo clásico de la antigüedad, Filipo II y su hijo, Alejandro Magno.

El profesor de Historia Antigua de la universidad de Oxford Robin Lane hizo de maestro de ceremonias en la presentación de esta colección de piezas, algunas de las cuales, reconoció, le hicieron «llorar» la primera vez que pudo contemplarlas.

Entre los tesoros expuestos en Oxford, con la colaboración del ministerio griego de Cultura y Turismo, se encuentra una de las pocas imágenes de Alejandro que el mismo rey pudo contemplar antes de su muerte, un busto datado alrededor del año 300 a.C.

La mayoría de las piezas reunidas son objetos personales de los monarcas encontrados en sus propias tumbas, y abarcan un periodo comprendido entre el siglo 13 a.C. y la etapa en la que gobernaron los hijos del gran emperador macedonio.

Una vajilla de plata rescatada de la tumba de Filipo II permite imaginar el aspecto de los banquetes que se celebraban en el palacio del monarca que invitó al filósofo Aristóteles a hacerse cargo de la educación de su hijo Alejandro.

«Filipo era el gobernante iluminado que imaginaba Platón en su República, y por su corte pasaron los mayores intelectuales del momento. Él y su hijo cambiaron el mundo extendiendo la cultura helénica, la cuna de la democracia», afirmó Angeliki Kottaridi, responsable de la excavación en Aegae durante los últimos veinte años.



Los objetos femeninos que aparecieron en la necrópolis de la actual Vergina permiten inferir que la mujer no estaba relegada a un papel secundario en el reino macedonio de la época, sino que ejercía un poder en la más alta jerarquía religiosa, explicó Kottaridi.

Una de las pocas tumbas de la zona que ha permanecido intacta durante decenas de siglos es la de una mujer bautizada por los arqueólogos como la 'Dama de Aegae', probablemente la madre de Alejandro I.

Entre sus objetos personales había diademas, pendientes y falsos cabellos rubios fabricados en oro, así como numerosos frascos de perfume, pero también utensilios propios del oficio del sacerdocio.

Uno de los mayores tesoros recuperados en Aegae es el gran palacio que construyó Filipo II, en el que se utilizaron por primera vez técnicas arquitectónicas que estuvieron vigentes hasta la Edad Media, y que el profesor de Oxford Robin Lane calificó «el edificio más importante de grecia después del Partenón». Aunque gran parte del edificio recuperado permanece en Grecia, los visitantes del museo Ashmolean pueden contemplar algunos de los capitales del palacio y piezas de su tejado.

El trabajo arqueológico en la antigua Aegae comenzó en el siglo XIX, y cobró un nuevo impulso en 1977, cuando se identificó la tumba de Filipo II, aunque la parte de la ciudad desenterrada hasta el momento no llega más que al cinco por ciento, señaló Kottaridi.

Preguntada por uno de los mayores retos pendientes de la arqueología moderna, la tumba de Alejandro Magno, la arqueóloga se mostró convencida de que el rey macedonio fue enterrado en Alejandría, la ciudad que él mismo fundó en el delta del Nilo tras derrotar a los persas en Egipto, aunque aseguró que será difícil identificarla, dadas las destrucciones que sufrió la ciudad a lo largo de la historia.



Via: TERRAE ANTIQVAE

domingo, 17 de abril de 2011

FILOSOFÍA Y CIENCIA EN HIPATIA



Este libro podría titularse Hipatia y Sinesio, porque fundamentalmente es eso: un estudio en díptico sobre estas dos figuras, vecinas y diversas, maestra y discípulo, que vivieron en la agitada Alejandría del Bajo Imperio, en una época turbulenta, y compartieron una misma forma de vida, como subraya en su prólogo A. García Marqués, definida por su sincera dedicación a la filosofía, y murieron a poca distancia, pero con destinos contrapuestos. Hipatia fue martirizada por una horda de monjes fanáticos en 415, y Sinesio, más joven, murió pocos años antes, como obispo de Cirene, abrumado por ese cargo, que le alejaba de sus reflexiones filosóficas y enfrentaba a los bárbaros. La relación con el cristianismo fue muy distinta en uno y otro caso; pero, aunque la conversión tardía de Sinesio le distanció algo de su idolatrada maestra, ambos eran esencialmente filósofos neoplatónicos. De Hipatia, pese a sus notables méritos astronómicos y matemáticos, apenas quedaría memoria de no haber sido tan ferozmente descuartizada (o lapidada). Del sensible Sinesio tenemos algunas obrillas interesantes y un montón de cartas afectuosas, que revelan la humanidad de un pensador y poeta muy digno en el ocaso del imperio. El martirio hizo de ella una santa pagana, trágica víctima de la intolerancia religiosa, asesinada por ser mujer ilustrada y brillante. Sinesio, en cambio, pervive sólo como autor conocido por los aficionados a la literatura del helenismo tardío.

El éxito de la película Ágora ha relanzado la imagen de la sabia profesora alejandrina. Esa fama justifica el minucioso análisis crítico de la película y sus motivos, así como de los vaivenes ideológicos que colorean el prestigio secular de Hipatia. Al margen de tantas novelas ocasionales, he aquí un estudio a fondo, nada romántico, excelente por su precisión crítica y su dominio de la amplia bibliografía, que sitúa admirablemente a los dos amigos alejandrinos en un panorama histórico y filosófico de singular atractivo intelectual.

Filosofía y ciencia en Hipatia
Pedro Jesús Teruel
Gredos. Madrid, 2011
215 páginas. 24 euros

sábado, 2 de abril de 2011

DESCUBREN EN IKLAINA, GRECIA, LA TABLILLA ESCRITA MÁS ANTIGUA DE LA ÉPOCA MICÉNICA

Parte posterior de la tablilla de 7,62 por 5,08 cm. descubierta en Iklaina, Grecia. Foto: Christian Mundigler.

Vía: science20.com | 30 de marzo de 2011 (Traducción: Guillermo Caso de los Cobos)

Una tablilla fragmentada de arcilla descubierta en Grecia ha cambiado lo que se conoce sobre los orígenes de la escritura en el mundo occidental, lo que es, obviamente, una buena cosa, pero también, por desgracia, sobre los orígenes de la burocracia. Con unas medidas de 7,62 por 5,08 cm., es el primer registro escrito conocido en Europa, situándose su datación entre los años 1450 y 1350 a. C., es decir, 100-150 años antes que las tabletas de la Casa Petsas en Micenas.

La tablilla fue descubierta el pasado verano durante la excavación de un yacimiento en Iklaina, el cual se encuentra en medio de un olivar en el suroeste de Grecia. Iklaina data del período micénico (ca. 1500-1100 a. C.), famoso por sus sagas míticas, tales como la guerra de Troya. Fue una de las ciudades principales del rey Néstor, quien ocupa un lugar destacado en la "Iliada" de Homero. Iklaina es un caso excepcional, donde la arqueología y la mitología se juntan.

Los micénicos emplearon tabletas de arcilla en sus palacios para registrar la propiedad estatal y las transacciones. Estas tablillas están escritas en el sistema de escritura Lineal B. Se compone de unos 87 signos silábicos. Estos signos significan representaciones de objetos o mercancías, siendo las tabletas en su mayoría listas de propiedad y registros contables. Los arqueólogos todavía están estudiando la tablilla de Iklaina, pero el análisis preliminar sugiere que puede referirse a algún tipo de proceso de fabricación.

"En su frente hay un verbo que se refiere a algún tipo de fabricación, y, en la parte posterior, hay una lista de nombres de hombres junto a unos números", dijo Michael Cosmopoulos, director del Proyecto Arqueológico de Iklaina y de la Fundación Familiar Karakas del Gobierno helénico, así como profesor de Filología Griega de la Universidad de Missouri-St. Louis.

Tabletas como ésta no se entiende que se mantuvieran más de un año y como resultado nunca fueron enviadas a un horno, dijo. Ellas sólo se conservan si accidentalmente se cocieron, como es el caso que nos ocupa.

"Este descubrimiento es la mayor sorpresa en años de excavación. Se encontró en un vertedero de deshechos quemados, fechados entre 1450 y 1350 antes de Cristo", dijo Cosmopoulos. "La tablilla es sólo el último de una serie de descubrimientos en Iklaina. En los últimos dos años, la excavación ha sacado a la luz evidencias de la existencia de un primitivo palacio micénico con elaborada arquitectura, enormes muros -"ciclópeos"- en terrazas, murales de colores y un sistema de drenaje muy por delante de su tiempo".

Estas muestras son indicativas de un gran centro, potencialmente una antigua ciudad-estado micénica. Cosmopoulos, sin embargo, es prudente al manifestar que es demasiado pronto para decir si fue Iklaina o no. En la actualidad, sólo hay un puñado de ciudades-estado importantes conocidas, tales como Pilos y Micenas.

"Iklaina podría desafiar lo que sabemos sobre los orígenes de las ciudades-estado en la antigua Grecia", dijo Cosmopoulos. "No sólo empujaría hacia atrás en el tiempo el origen de estas ciudades-estado en por lo menos un siglo y medio, sino que la tablilla mostraría que la escritura y la burocracia aparecieron más tempranamente y que estaban más extendidas de lo que se había pensado hasta ahora. Todavía tenemos mucho que aprender sobre el mundo antiguo".

Cada verano Cosmopoulos vuelve al lugar de la excavación con un equipo de entre 40 a 60 estudiantes y 25 ó 30 empleados y especialistas. La tierra de la excavación se compró con el favor del Gobierno griego, y por ley todos los hallazgos han de permanecer en el museo local como propiedad del estado griego.

La excavación está financiada con donaciones de National Endowment for the Humanities, National Geographic Society, Institute for Aegean Prehistory, Harvard University, Pylos Archaeology Foundation, y por el Center for International Studies at UMSL.